Hércules es la forma latina para designar a Heracles, el más célebre héroe de la mitología griega. Tras asesinar a su familia en un arrebato de ira, causado por la diosa Hera en las sombras, la sibila délfica dijo a Hércules que tenía que llevar a cabo una serie de doce trabajos a modo de penitencia por sus execrables actos. Y el décimo encargo trajo al héroe griego hasta la Península Ibérica a robar el ganado del gigante Gerión.
El gigante Gerión era un ser antropomorfo formado por tres cuerpos, con sus respectivas cabezas y extremidades que vivía en la isla Eriteia (actualmente, Cádiz), según relata la leyenda. El gigante era dueño de un perro llamado Ortro, y de una espléndida cabaña de ganado. Precisamente el objeto de deseo de Heracles era esa cabaña, donde robó el rebaño que tenía de vacas rojas y bueyes. Gerión fue en busca de venganza y luchó contra Heracles, pero éste le lanzó una flecha, envenenada con la sangre de la Hidra, que atravesó sus tres cuerpos y acabó con su vida.
No obstante, según se recoge en la «Estoria de España» de Alfonso X el Sabio, escrita en el siglo XIII, la cabeza del gigante fue enterrada en el mismo lugar donde se levantó la Torre de Hércules en La Coruña. Origen mitológico de un faro que fue construido por los romanos en el siglo I, entre los reinados de Nerón y Vespasiano.
Si algo hubiera de cierto en el mito de Gerión, Pompeyo Trogo –historiador romano de la época de Augusto– apuntó la teoría más probable. Así, según Trogo, Gerión no era un gigante con tres cuerpos, sino que se trataban de tres hermanos, que atacaron a Hércules al verle robar su ganado.
También en la Primera Crónica General de España (c. 1270), Alfonso X habla de tres Hércules, el tercero de los cuales es el famoso hijo de Júpiter y Alcmena, que hizo muchos trabajos, numerosos y distintos de los establecidos por Apolodoro. La relación de este Hércules con España comenzó cuando vino de África, construyó una torre en Cádiz y puso unos pilares de piedra en el lugar que sería la futura Sevilla, poblada por Julio César. También aquí tiene lugar el episodio de Gerión –trabajo número diez-, rey de España, del cual se dijo que tenía siete cabezas porque España tenía siete provincias.
La fundación de Sevilla por Hércules
La mitología da por hecho que Hércules tuvo una etapa importante por tierras del sur peninsular. A él se le atribuye en la leyenda las fundaciones de varias de sus ciudades, entre ellas, Sevilla, a la que denominaría Ispal en honor de su hijo Híspalo, posteriormente llamada Híspalis (Julia Romula Hispalis) (hispa de hispano, nombre que recibiríamos todos los hispanos en honor al hijo de Hércules y polis, que en griego significa ciudad, en conjunto Híspalis significaría ciudad de los hispanos)
Esta leyenda quedó recogida en los famosos versos que aparecen en una placa colocada en los años setenta del siglo XX junto a la desaparecida Puerta de Jerez, que viene a decir:
Hércules me edificó
Julio César me cercó
De muros y torres altas
El Rey Santo me ganó
Con Garci Pérez de Vargas.
O como también se conoce en la leyenda sobre la fundación de Sevilla, Hércules marcaría con seis pilares de piedra el lugar donde Julio César fundó la ciudad con el nombre de Julia Rómula Híspalis.
Asociado con la época romana de la ciudad, aparecen en la actual calle Mármoles durante el proceso de unas obras los restos de un templo romano dedicado a Hércules, consistentes en seis grandes columnas de piedra. Dos de esas columnas son las que hoy aparecen en la denominada luego Alameda de Hércules, colocadas en el siglo XVI cuando se urbaniza este lugar.
Aún hoy permanecen sobre esas dos columnas, a la entrada del paseo de la Alameda las imágenes sobre ellas representando a sus dos personajes fundadores, Hércules y Julio César.
Las columnas de Hércules
La aventura de Hércules en la Península Ibérica, así como su viaje antes de llegar a Eriteia, fue pródigo en luchas de todo tipo, hasta el extremo de que «para conmemorar sus hazañas fueron elevadas las columnas para separar Europa de África». Dos columnas, situadas en el estrecho de Gibraltar, que señalaban el límite del mundo conocido, la última frontera para los antiguos navegantes del Mediterráneo
La columna norte (antiguo Kalpe o «Calpe») es identificada con el Peñón de Gibraltar. Sin embargo, la identidad de la columna sur (antigua «Ábila» o «Abila») ha sido disputada entre el monte Hacho en Ceuta (España) y el monte Musa (Marruecos).
Posteriormente, este símbolo mitológico ha servido para adornar distintos escudos españoles. Entre ellos, el del monarca Carlos I de España, que accedió a la sugerencia de su médico y consejero, Luigi Marliano, de incorporar las columnas con la divisa «Plus Ultra». Este elemento heráldico ha permanecido con mayor o menor presencia en el curso de los sucesivos monarcas, y en la actualidad aparece en el escudo de España.
A su vez, el escudo de Andalucía muestra la figura de un Hércules jovenentre dos columnas situadas en el estrecho de Gibraltar, con una inscripción a los pies de una leyenda que dice: «Andalucía por sí, para España y la Humanidad», sobre el fondo de una bandera andaluza. Cierra las dos columnas un arco de medio punto con las palabras latinas «Dominator Hercules Fundator», también sobre el fondo de la bandera andaluza.
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