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jueves, 23 de febrero de 2017

Los pecados de un león enamorado



Hubo una vez un león que enamorado de la hija de un labrador pidió su mano en matrimonio. El labrador desconcertado ante tal situación sabía que no podía aceptar porque le estaría dando a su hija a un feroz animal y al mismo tiempo temía de lo que pudiese suceder si se la negaba.

Fue entonces cuando se le ocurrió la siguiente idea: era tanta la insistencia del león que le dijo que parecía ser un esposo merecedor de su hija pero que si quería casarse con ella debía arrancarse los dietes y cortarse muy las afiladas uñas pues su hija le temía muchísimo a eso.

Era tanto el amor que sentía que el león aceptó las condiciones y llevó a cabo lo pedido. Cuando volvió a ver al labrador sin sus dientes no garras, este sin piedad ninguna lo echó de su casa a golpes.

Tu defensa es lo único que te permite que te respeten así que nunca confíes como para despojarte de ella pues todos los que te respetaban entonces podrán vencerte.



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