El soldado había alimentado a su caballo durante la guerra con abundante cebada, pero acabada la contienda, el animal fue reservado a las labores del campo. Durante todo este tiempo, el caballo solo fue alimentado con paja, mientras tenía que transportar enormes bultos de un lugar a otro cada día.
Al cabo de los años, una nueva guerra fue iniciada, y el joven soldado salió en busca de su caballo para partir hacia el combate. Sin embargo, el desdichado animal no era el mismo de antes, y con gran desánimo le dijo: “Bien poco te serviré ahora convertido en asno. ¿Y cómo podrías hacer de un asno el caballo que una vez fui?”.
Moraleja:
Conserva y guarda tus tesoros con el paso del tiempo.
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